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MODA & CINE

Los looks más icónicos en Hollywood

Por. Fer Navarro

Por más extraño que suene, siempre he pensado que nací en la época equivocada, que tengo un alma antigua, una old soul. Y antes de que digan “Ay! Cálmese señora, atiéndase” déjenme explicarme un poco mejor. Si me dieran a elegir una década, sin duda mi mente siempre va hacia los años 20. Vestidos tres cuartos, tocados con brillo y plumas, collares de perlas con varias vueltas, tacones bajos, pequeños y sofisticados bolsos como el accesorio perfecto. Para los caballeros, trajes rectos y anchos, mucho más livianos y sin hombreras; sofisticados sombreros, tirantes y zapatos brillosos. La música y el cine fueron elementos clave que hicieron de esta década una sociedad sofisticada y sexy. En el aire reinaba el sonido del Jazz acompañado del zapateo de las parejas bailando el foxtrot y el charleston. Así, como la música nos daba el ritmo, el cine las imágenes. Regalándonos a las primeras estrellas de Hollywood. Y llámenme old school pero incluso el romance era más lindo. El hombre debía esforzarse más para cortejar a la mujer y quizá en una tercera cita, lograr obtener un beso. Claramente, me estoy enfocando en lo bonito, pero ¿quién se enfocaría en lo malo y decir que por eso ama cierta década? Ahí sí, preocúpense. 

Regresando al tema, si nos piden que pensemos en cierta época, de las primeras cosas que se nos vienen a la mente - en mi caso la primera - es la vestimenta. Este es el poder de la moda, no solo es algo bonito que sirve de decoración; ésta viste a la época dándole una personalidad. Lo mismo sucede con las películas y sus personajes. Cuando buscamos recordar algún producto cinematográfico, nuestra mente se dirige inmediatamente a los personajes; no al cómo suenan ni cómo viven, sino al cómo lucen. Mientras que estos le dan vida al guión, el vestuario conforma su ADN estético, el cual los lleva a ser quienes realmente son y poder darle vida al personaje y a la historia como tal. 

Por esto mismo, el día de hoy revisitaremos algunos de los clásicos de Hollywood, no para recordar las bellas historias dirigidas por algunos de los mejores directores en la historia, eso lo dejaremos para otro día. Hoy nos enfocaremos en las actrices que tan solo cambiandose de ropa lograron introducir a los iconos que conocemos hoy en nuestras vidas. Iremos retrocediendo de poco en poco, dejando lo mejor (en mi opinión) para el final.

Sarah Jessica Parker - Carrie Bradshaw

Sex and the City (2008)

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Carrie Bradshaw tiene uno de los estilos más icónicos de la televisión, tanto que fue de la pantalla chica a la grande. En esta película estrenada en 2008, comprobamos una vez más como los conjuntos que nos deslumbran en cada escena solo Carrie Bradshaw, no Parker, podría crear. Sex and the City tomó el papel de revista de moda ya que a través de ella nos enteramos de los diseñadores del momento y las últimas tendencias. Por otro lado, la razón por la que Carrie Bradshaw permanece en nuestra mente como icono de estilo es por su atrevimiento y creatividad. 

    Carrie nos enseñó, por medio de sus vanguardistas e inusuales atuendos que solo alguien con confianza en sí mismo podría lucir, es arriesgarse, a pensar fuera de la caja y a divertirnos con nuestra ropa y accesorios. 

Y por supuesto que jamás olvidaremos aquellos Manolo Blahnik en ensueño y aquella épica escena donde básicamente Big le propone matrimonio con ellos, al estilo Cenicienta. Por que digo, ¿de qué otra manera se le podría proponer matrimonio a una fashionista como Carrie?

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Alicia Silverstone - Cher Horowitz

Clueless (1995)

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Qué mejor manera de seguir el camino del recuerdo que con nuestra querida y consentida Cher. Con un estilo clásico de los 90´s, los conjuntos que esta sofisticada adolescente luce en la película conocida como Ni Idea siguen inspirando a diseñadores y nuevas generaciones. La directora Amy Heckerling junto con la diseñadora de vestuario Mona May buscaron inspiración para el guardarropa de estudiantes en Los Angeles. Sin embargo, los conjuntos qué vieron no eran para nada la idea que tenían para las adolescentes de esta historia. Necesitaban un estilo femenino y chic. Por lo que tuvieron que inspirar el vestuario completo a partir de sus propios gustos y deseos. 

Su presupuesto no era lo suficiente poderoso como para cubrir todos sus caprichos con ropa de diseñador como en otro cortometrajes, por lo que tuvieron que adecuarse y armar el icónico estilo usando ropa de segunda mano y de diseñador a la vez. Después de todo, la moda trata de buscar inspiración de diversas fuentes.

El famoso conjunto de chaqueta y falda a cuadros amarillo que Cher se esfuerza tanto en crear para su primer día de clases es nada más ni nada menos que de Dolce & Gabbana. Otro elemento característico de la película son las calcetas sobre la rodilla, inspiración y gusto de Heckerling por Liza Minnelli en Cabaret. Asimismo, los vanguardistas sombreros que vemos a través del relato, sobretodo en Dionne, son inspirados por la rave culture que tenia bastante popularidad en aquel entonces. La misma Mona May admitiría años después que ella solía comprar varios de estos pero nunca sentía la confianza de usarlos en púbico; confianza que claramente no era un problema para este dúo dinámico de amigas. Cher podía no tener mucha idea sobre la vida en general, pero cuando se trataba de moda, no había quién pudiera cuestionarla. Ni si quiera con aquel sexy vestido blando Calvin Klein que "cubre" con una camisa transparente para según ella darle paz mental a su papá.

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Julia Roberts - Vivian Ward

Pretty Woman (1990)

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El personaje de Vivian es y será siempre memorable tengas la edad que tengas, en cuanto ves la película, la imagen de la prostituta más encantadora y futuramente elegante se quedará por siempre en tu mente. Esto gracias a la personalidad del personaje, pero ¿que resalta esta personalidad? Claro, el vestuario. Comenzamos con una Vivian trabajando en las calles con un look conformado por varias cosas. En contraste a la idea que se tiene de una prostituta, que entre menos usen mejor, este personaje aparece con demasiados artículos en ella: la vemos con peluca, un sombrero, collares largos, pulseras y una chaqueta amarrada. Asimismo, la conocemos como alguien fuerte e independiente, cuidadosa y segura. Sin embargo, conforme va deshaciéndose de tanto artículo para reemplazarlos con elegantes prendas, descubrimos a una mujer mucho más tímida y noble. Es como si su primer sobrecargado atuendo actuara como un escudo ante el mundo. 

Todos los conjuntos que luce esta increíble mujer fueron hechos desde cero por la diseñadora de vestuario Marilyn Vance. Incluso el afamado vestido, usado en la escena del torneo de polo, marrón con lunares. Acompañado por zapatos Chanel y arete de perla hechos a

mano. Vance incluso confiesa que nunca esperó tal éxito con aquel vestido. Su idea fue crear un look simple y sofisticado, listo para la ocasión.

Ali MacGraw - Jennifer Cavalleri 

Love Story (1970)

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"El estilo americano para inverno" es lo que el estilo de Jennifer Cavalleri nos obsequió. Una historia que se desarrolla en el frío de Boston y Nueva York, Pearl Sommer y Alice M. Martin diseñaron looks clásicos que consistieron en suéteres tejidos, abrigos camel, guantes de piel y gorros. Atuendos chic listos para protegerte de la temporada de frío sin perder el estilo. Estos sencillos, modestos y sofisticados conjuntos han llevado a inspirar colecciones de grandes diseñadores como Michael Kors y Marc Jacobs (chequen sus colecciones de Otoño 2014). 

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Anne Bancroft - Mrs. Robinson

The Graduate (1967)

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En la película El Graduado escuchamos el famoso nombre Mrs. Robinson por primera vez. Anne Bancroft, bajo abrigos animal print, un perfecto cat eye, un vestido negro y lencería fina, le da vida a la seductora más icónica en la historia cinematográfica. Con este papel, el término de cougar se hace más conocido y adquiere un estilo único. Se invirtieron alrededor de 25,000 dólares únicamente en los abrigos de piel para el personaje. Estampado de leopardo, tigre, jirafa, el que se te ocurra, Mrs Robinson sabía como lucirlo. El director tenía la idea de una bestia en la jungla, coqueta y siempre al acecho. Pero no solo se usó piel sino se mostró. Con hermosa lencería y medias, Mrs. Robinson le dió un gran giro a la palabra sexy dentro del cine, un giro en donde por primera vez, el juego de la seducción se vió como algo atractivo y elegantes ante el ojo de todo tipo de público. 

FACT: Al día de hoy, el abrigo de animal print que Kate Moss luce regularmente se lo debe enteramente al personaje que Bancroft interpretó en aquel entonces.

Faye Dunaway - Bonnie Parker

Bonnie & Clyde (1967)

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La historia de la afamada pareja de ladrones Bonnie y Clyde recrea los tiempos de los 30s en Estados Unidos, treinta años antes de su fecha de filmación en 1967. La diseñadora de vestuario Theodora Van Runkle creó para el personaje de Bonnie Parker un estilo auténtico parisino. Faldas de lápiz, jerséis de punto, pañuelos, sombreros y clásicas boinas. La elegancia natural y despreocupada de Bonnie es inspirada no por cualquier estilo parisino, sino por él estilo de la diseñadora de alta costura Cocó Chanel. Después de todo, Chanel buscaba con sus diseños la libertad del cuerpo para una mujer independiente; ideal para una ladrona profesional ¿o no?

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Grace Kelly - Lisa Carol Fremont

Rear Window (1954)

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Sin duda uno de mis clásicos favoritos POR SIEMPRE. La trama, los personajes, y claramente el vestuario. Si nos fijamos bien, podemos percibir cómo el vestuario como tal relata la historia; el desarrollo y crecimiento del personaje interpretado por la bellísima Grace Kelly o Grace de Mónaco, como muchos la conocen. Edith Head diseño un total de cinco vestidos que reflejarían de una manera sofisticada la evolución de Lisa Fremont; una chica de clase alta, refinada, elegante y amante de la moda y el estilo. Considerada uno de los personajes más elegantes de la pantalla grande. Los cinco atuendos aun sin ser diseñados por alguien directo de la industria de la moda, bien se merecían un lugar en la pasarela. 

El primer atuendo con el que tenemos el placer de ver a la actriz se trata de un conjunto de noche compuesto por dos piezas: una falda tres cuartos de tul blanco con un fino bordado floral negro y una blusa con cuello y espalda en V. Este conjunto refleja su estatus social y amor por la moda. Por otro lado, su tercer atuendo consta de tres piezas: una chaqueta con cuello de pie, mangas tres cuartos sin botones, una falda por debajo de la rodilla color verde y una blusa de seda blanca cruzada. Estilo auge de los 50s sin duda, marcando la silueta femenina de manera sutil. El tono de su vestimenta indica el nivel de claridad del caso para los personajes. Mientras que su segundo vestido, en negro con pequeñas mangas transparentes y ajustado a la cintura lo usa cuando duda sobre las sospechas de su novio, con el tercero con tonos más brillantes vemos a Lisa mucho más involucrada, propone nuevas teorías y el caso obtiene mayor claridad. Finalmente su quinto y último vestido, sin mangas color blanco con bordados florales dorados; le proporciona mayor libertad de movimiento para poner manos a la obra y atrapar al sospechoso e intrigante vecino. 

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Audrey Hepburn 

Y finalmente, para cerrar con broche de oro está La Audrey Hepburn, la princesa de Hollywood. Desde su corta edad de 21 años Audrey ya le regalaba al mundo unas de las obras cinematográficas mejor galardonadas y un nuevo concepto de glamour y elegancia. Para esta última sección, alteraremos el orden cronológico establecido al comienzo del artículo, con el fin de entender la evolución del estilo de la estrella. 

Sabrina (1954)

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Para Audrey Hepburn el estilo y el sentido de la moda no eran un concepto extraño. Sus propias estilistas profesionales sabían reconocer que "sabía más de moda que cualquier actriz del momento". En un tiempo en que en Hollywood eran famosas las actrices voluptuosas como la gran Marilyn Monroe; Audrey con su aspecto "andrógino" (como solían llamarle) con cabello corto, alta delgada y pocas curvas, era una novedad. La actriz no caía en lo que todos los demás seguían como "moda", reinventándose a sí misma cada temporada. No sería a la moda - la utilizaba como herramienta para complementar su imagen, diría su hijo Sean años después.No obstante, una vez que encontró su look, le fue fiel toda la vida, convirtiéndose en un icono eterno de la moda. 

En el año de 1954, poco antes de iniciar el rodaje, de la que sería su oportunidad de obtener su segundo Oscar como mejor actriz, la actriz visitó el estudio de un diseñador francés que los estudios Paramount le habían recomendado. Audrey era muy selectiva con su vestuario, por lo que le proporcionaba el tiempo atención necesarios. Fue aquella visita el primer encuentro que daría vida a una infinita amistad entre la actriz con Hubert de Givenchy. Givenchy en aquel entonces, con 26 años, era discípulo de Balenciaga y junto con Christian Dior e Yves St. Laurent, representaba una de las grandes promesas de la alta costura francesa. Del estudio, Hepburn se llevó algunas piezas d ella colección ya terminada del diseñador para vestir al personaje de Sabrina. Un traje de lana gris, un vestido largo y ceñido blanco de fiesta con flores bordadas y una cola larga (icónico y mi favorito), y un vestido negro de coctel con cuello marinero atado a los hombros con pequeños lazos. Juntos, Givenchy y Hepburn crearían el ícono que es hoy. 

Breakfast at Tiffany´s (1961)

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En 1956, Audrey incluyó en todos sus contratos una cláusula donde se indicaba que Givenchy sería el encargado de diseñar su vestuario. El modisto logró resaltar su sencillez, elegancia, estilizada figura y su aire andrógino. Así entonces, cinco años después, el dúo le otorgaría la inmortalidad al look más sofisticado y vanguardista de la historia a través a través de Holly Golightly en el clásico Breakfast at Tiffany´s. El largo vestido negro con escote palabra de honor, la gargantilla de perlas de varias vueltas, las grandes gafas negras, la boquilla de 30 cm, los originales sombreros y largos guantes, lanzarían a Givenchy a la fama en Estados Unidos. Este icónico conjunto que la actriz lleva en la primera escena, mirando el escaparate de la costosa compañía, croissant y café en mano, es a la fecha sinónimo de elegancia y buen gusto. 

Aunque Audrey se sentía de lo más cómoda en los diseños del modisto y francés y gran amigo suyo, jamás la veríamos con atuendos similares a los de sus personajes y mucho menos conjuntos tan específicos como este; es algo que Holly usaría, no Audrey.

Incluso, la misma prestigiosa compañía de la cajita azul le llegó a ofrecer ser la cara de una de sus líneas tras el exitoso lanzamiento del filme. Sin embargo, Audrey rechazó la oferta; Mi imagen nunca será la de la “señorita diamantes”. (Hepburn, 1961)

Misma persona, misma silueta y misma forma de lucir,  diferentes identidades. Así de permanente y fuerte es el poder del vestuario. 

Charada (1963)

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Esta película, más actual para la época, indicó un nuevo cambio en la moda y una nueva modernidad. La primera imagen de Audrey en Charada luce un mono marrón chocolate con una ajustada capucha. Un atuendo poco común en tiempos donde la prenda femenina más usada era el vestido por debajo de las rodillas. Esta moderna pauta representada por este mono fue propuesta por Givenchy y aprendida de Balenciaga. Los vestidos que la actriz lució en este relato, eran de tejido grueso, listos para el frío, y monocromos. Estos anunciarán el nuevo estilo de los años 60, dejando atrás la silueta corola de Dior; un estilo impuesto en los 50s, la década del "new look". Por otro lado, los vestidos de note, negros, sin mangas, rectos y sin mayor adorno - ¿les suena el estilo? - ¡PUES CLARO! el vestido negro de Chanel (1926). Ni siquiera la mayor revolución de moda moderna podrá opacar ni olvidar el clásico de Cocó Chanel con su petite robe noir. 

De hecho, los vemos también en Breakfast at Tiffany´s, y es con esta película que solidificaron su título de "clásico vestido negro" del que ninguna mujer moderna quiere ni puede prescindir. Asimismo, fueron son los abrigos de colores brillantes las prendas que con el tiempo se han convertido las más memorables de Charada. Su gama cromática acompaña de la mano al ambiente de cada situación que se desarrolla en la historia y vida del personaje. Los tonos oscuros destacaron durante los momentos de confusión de la querida Regina Lambert; mientras que los tonos brillantes sobresalieron en escenas de acción y emoción. 

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¿Ven lo importante que es el vestuario en una película? Este es tan entrañable que puede convertir a un personaje más en un icono de arte. De haber elegido presentar a Holly sin ese collar de perlas de varias vueltas y grandes gafas, a Bonnie sin sus boinas y faldas cortas, a Mrs Robinsosn sin sus abrigos animal print, o a Vivian sin su paso de botas altas de vinilo a su vestido de lunares; lo más probable es que no recordaríamos a estas increíbles mujeres de la misma manera. Perderían su inmediata imagen en nuestra mente al escucharo el título de la película o sus nombres.  

© 2020 by Glas. 

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