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Desmitificando la terapia psicológica

Por Renata Arellano Fernández

¿Cierto o no? ¿Has escuchado alguna vez que dicen que ir al psicólogo es para los débiles o los locos únicamente? Ir al psicólogo siempre ha tenido sus prejuicios y tabúes, usualmente se piensa que hablar con los amigos o con los papás es más que suficiente, que tus problemas no son tan importantes o grandes como para ir a terapia, que te van a manipular o simplemente da pena ir. ¿Apoco no lo has pensado o escuchado alguna vez?

 

Ir al psicólogo tiene como objetivo tener una buena salud mental, pero ¿qué es la salud mental? Según la Organización Mundial de la Salud “La salud mental abarca una amplia gama de actividades directa o indirectamente relacionadas con el componente de bienestar mental incluido en la definición de salud que da la OMS: «un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades»”. Ahora está de moda el “self-care”, en el que te invitan a cuidarte a ti misma, especialmente en los ámbitos espirituales y emocionales. El chiste de este self-care es que te sientas bien contigo misma y que alinees tu lado racional con tu lado emocional. Se recomiendan varias actividades para enfocarse en su persona, pero muchas veces esto solo hace que se guarde el problema y no se lidie con él. Es necesario hablarlo para sacarlo y procesarlo, y no tenerlo atascado dentro de nosotros.  

 

¿Por qué deberíamos ir al psicólogo? Existen muchas razones para ir al psicólogo a terapia, algunas son más comunes que otras; por ejemplo, por un duelo, problemas familiares, por un trastorno obsesivo compulsivo, por el mal manejo de estrés o enojo, por insomnio, por ansiedad o depresión, etc. Asimismo, ir al psicólogo también puede ser por la simple razón de que no te estás sintiendo bien y necesitas hablar de tus problemas. Ir a terapia es tener un espacio solo para ti en el que puedes hablar libremente sin ser juzgado para comprender lo que realmente te sucede.

 

Ventajas de ir al psicólogo: aprendes a analizar mejor tus acciones, concientizas algunas

actitudes o pensamientos y aprendes a controlar otros, abres tu mente a una perspectiva más global, te conoces mejor y comprendes mejor a otros, desarrollas mejores habilidades para solucionar conflictos y aprendes a manejar pensamientos y sentimientos.  

 

En mi experiencia, hay que encontrar un psicólogo que realmente funcione contigo para que la terapia alivie y ayude. A mí me tomó dos intentos. Ir me ha ayudado a entenderme mejor a mí misma y a fortalecerme mentalmente. Mi terapia es cuidarme a mi misma, es dedicarme tiempo y atención para sentirme mejor. Creo que más allá de mostrar una debilidad, es tener la fuerza de admitir que necesitas ayuda y ayudarte a ti misma. Yo recomendaría darle una oportunidad a la terapia psicológica cuando no te sientes bien y eso está afectando varios ámbitos de tu vida. No a todos les funciona, es algo muy personal, pero creo que intentar no hace daño. En caso que de verdad no necesites ir a  terapia, no fortalezcas los estigmas que hay alrededor de ella, porque nunca sabes si la persona de junto necesita ir y aún no se anima.

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Fotos vía Unsplash

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