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Ansiedad
Por Renata Arellano Fernández
Fotos vía Unsplash
La ansiedad es un trastorno que la mayor parte de la población sufre, pero sigue siendo un tabú hablar al respecto. Varios de estos trastornos de salud mental se han visto exponencialmente desencadenados por el encierro para combatir el Covid-19. Según el Centro Nacional de Excelencia Tecnológica en Salud (Cenetec), la ansiedad es: “un estado emocional displacentero que se acompaña de cambios somáticos y psíquicos, que puede presentarse como una reacción adaptativa, o como síntoma o síndrome que acompaña a diversos padecimientos médicos y psiquiátricos”. Clínic Barcelona, afirma que “la ansiedad produce una reacción psicofisiológica de activación intensa del sistema nervioso central y de todo el organismo.”
Los síntomas de la ansiedad pueden llegar a confundirse por problemas mundanos de la vida diaria, por lo que muchas veces no hay un diagnóstico oficial. Sin embargo, es importante saber que existe mucha gente que combate este trastorno diariamente. “(…) es el trastorno psiquiátrico más importante en el mundo, con el que viven más de 264 millones de personas (según la Organización Mundial de la Salud), afirmó Miguel Pérez de la Mora, del Instituto de Fisiología Celular (IFC)”; de acuerdo con Leonardo Frías en la Gaceta de la UNAM.
La Clínica Mayo, una de las instituciones médicas más reconocidas a nivel mundial y número uno en Estados Unidos, atribuye los siguientes síntomas a la ansiedad: sensación de nerviosismo, agitación o tensión; sensación de peligro inminente, pánico o catástrofe; aumento del ritmo cardíaco; respiración acelerada (hiperventilación); sudoración; temblores; sensación de debilidad o cansancio; problemas para concentrarse o para pensar en otra cosa que no sea la preocupación actual; tener problemas para conciliar el sueño; padecer problemas gastrointestinales; tener dificultades para controlar las preocupaciones; y tener la necesidad de evitar las situaciones que generan ansiedad. Por otra parte, la Clínica Mayo declara que existen causas médicas por las cuales se desarrolla la ansiedad, pero también puede ser hereditario, por algún trauma, o como efecto secundario de medicamentos.
Siendo esta una de las condiciones psicológicas más importantes del mundo, muchas organizaciones e instituciones médicas ofrecen posibles tratamientos o soluciones. La Clínica Mayo invita a definir cuál es el pensamiento catastrófico que está causando la ansiedad para cambiarlo y calmar las reacciones, todo con asistencia de un médico o psicólogo. Por otra parte, Healthy Children indica que hay dos posibles tratamientos, “terapia cognitiva conductual (TCC) con un especialista en salud mental o medicamentos antidepresivos (inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS)”.
En mi caso personal, mi ansiedad se refleja a través de ataques momentáneos en los que se me acelera el corazón, se me dificulta respirar y mi cabeza da de vueltas con pensamientos recurrentes. A veces, tengo mareos, dolores de cabeza y náusea. Siento mucha inquietud y dudo demasiado, así como pienso de manera catastrófica. También, tiendo a temblar, especialmente las manos y las rodillas. Para ayudarme a mi misma, decidí ir con una psicóloga, ya que por temporadas empeora mi ansiedad, pero también tengo épocas sin ansiedad. A mí, se me recomendó practicar meditación para aprender a clamarme por medio de la respiración profunda. También, me propusieron encontrar algún hobby o actividad que me relajara, por lo que retome el dibujo. El ISSSTE recomienda: “los ejercicios de relajación, un estilo de vida saludable, más la intervención psicológica y médica, (…). Estas actividades practicadas de forma habitual en conjunto contribuyen a disminuir la tensión muscular y mental llevándonos a sentir paz y armonía, que en principio podría resultar extraño debido al continuo estado de tensión al que ha estado sometido nuestro cuerpo”
Reconozco que es muy difícil pedir ayuda, sobre todo cuando tenemos el ego y el orgullo por delante, pero también sé que nosotros mismos podemos definir cuando algo nos supera y realmente necesitamos ayuda. Nosotras recomendamos que aún si no van a pedir ayuda, investiguen mucho y no dejen crecer una condición así, porque este tipo de trastornos empeora, va de mal en peor. Cuando sea algo que no puedan controlar, pidan ayuda, aunque sea a un amigo.
“Aunque la ansiedad sea parte de la vida, nunca dejes que ella controle tus movimientos” -Paulo Coelho
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